Construyendo Puentes con los Demás

En los dos artículos anteriores hemos visto cómo el autoconocimiento y la autogestión emocional preparan el terreno para decisiones más acertadas, especialmente en la etapa que viven los jóvenes de 18 a 25 años, en la que comienzan a definir su rumbo vocacional. Ahora, es momento de dar el siguiente paso: La Conciencia de los Demás y el Manejo de las Relaciones. Esta es la fase en la que las habilidades emocionales se expanden hacia el entorno, permitiendo no solo comprender el estado emocional propio, sino también interpretar y responder adecuadamente a las emociones de otros.

Como padres, comprenda que su hijo no solo necesita regular sus emociones, sino también desarrollar empatía y habilidades sociales, es fundamental. Esto le permitirá forjar relaciones sanas, trabajar en equipo, negociar, inspirar confianza y, en última instancia, tener éxito en su vida personal y profesional.


Conciencia de los demás

Desarrollar esta competencia requiere aprender a observar, escuchar y comprender sin suposiciones. Mientras el autoconocimiento dirige la mirada hacia adentro, la conciencia social dirige la atención hacia afuera. Implica estar presente, no distraído, y soltar el diálogo interno que nos lleva a juzgar o anticipar lo que el otro dirá.

Algunas estrategias para practicar la conciencia de los demás son:

  • Saludar a las personas por su nombre: Un gesto simple que hace sentir al otro reconocido, no anónimo.
  • Observar el lenguaje corporal: Aprender a leer gestos, posturas y expresiones faciales ofrece pistas sobre el estado emocional de la otra persona.
  • Evitar las interrupciones: Escuchar con paciencia y sin pensar en la próxima respuesta demuestra respeto y construcción de confianza.
  • Formular preguntas claras: Si no estoy seguro de lo que el otro siente, pregunta con empatía, por ejemplo: “Parece que te preocupa algo, ¿estás así?”
  • Mantener la atención plena en el presente: Evitar distracciones y juicios. Esto promueve la conexión genuina.

Manejo de Relaciones

Una vez que se comprende el estado emocional de los demás, el siguiente reto es relacionarse con ellos de manera constructiva. Esto implica aplicar el autoconocimiento, la autogestión y la conciencia social para actuar con intención y lograr que las interacciones sean más significativas. ¿El resultado? Relaciones más sólidas, mayor calidad en el trabajo en equipo y una mejor resolución de conflictos.

Para el manejo adecuado de relaciones intenta:

  • Comunicar con claridad y coherencia: Evitar mensajes cruzados entre lo que se dice y cómo se dice. Un “gracias” sincero, un “lo siento” honesto o un “por favor” oportuno marcan la diferencia.
  • Aprender a recibir críticas: Mostrar apertura y evitar la defensiva. Esto facilita el crecimiento personal y profesional.
  • Demostrar interés auténtico: Si una situación o persona realmente importa, hay que demostrarlo con acciones, no solo con palabras.
  • Ser accesible y confiable: Estar dispuesto a escuchar, compartir información personal (en la medida justa) y crear un ambiente de cercanía.
  • Resolver conflictos con empatía: Al momento de un reclamo, evitar acusar y optar por entender el punto de vista del otro, escuchar para comprender y cerrar la conversación con una nota positiva.

La inteligencia emocional se desarrolla en capas. Primero, conócete a ti mismo; luego, aprender a autogestionar tus reacciones; Finalmente, mira hacia afuera para comprender y relacionarte con los demás desde la empatía y la autenticidad. Como padres, al guiar a tus hijos en estas competencias, te darán una herramienta que trasciende la elección de una carrera o un empleo concreto. La IE fortalece su capacidad para construir una vida profesional y personal significativa, estableciendo vínculos sólidos, tomando decisiones conscientes y enfrentando los retos con resiliencia.

Con este tercer artículo cerramos el ciclo de la Inteligencia Emocional, una ruta integral para que los jóvenes forjen un futuro con mayor claridad, autocontrol y relaciones duraderas.

Consejo: Conciencia de los demás y manejo de relaciones

Prueba en tu siguiente conversación significativa, limitarte a escuchar primero y reflejar lo que has entendido sin agregar tus propias opiniones. Este pequeño ejercicio de escucha activa reforzará tu conciencia del otro, en este caso con tus hijos; esto estimulará la empatía y mejorará la calidad de tus relaciones con ellos.